El cloro es el desinfectante más utilizado en el mantenimiento de piscinas. Sin embargo, su uso inadecuado puede causar daños tanto en la piscina como en los bañistas. A continuación, te explicamos cómo usarlo correctamente para evitar problemas y prolongar la vida útil de tu piscina.
1. Dosis adecuada de cloro
El primer paso es asegurarse de mantener el nivel de cloro dentro del rango recomendado, entre 1 y 3 ppm (partes por millón). Un nivel de cloro inferior puede permitir el crecimiento de bacterias y algas, mientras que un exceso de cloro puede causar irritaciones en la piel, los ojos y las vías respiratorias de los bañistas.
Utilizar un kit de prueba de cloro es esencial para medir con precisión los niveles en el agua. Se recomienda realizar estas pruebas al menos una vez por semana o con mayor frecuencia en épocas de mucho uso o altas temperaturas.
2. Formas de aplicar el cloro
Existen varias formas de cloro disponibles en el mercado, como cloro líquido, tabletas y granulado. Es importante elegir el tipo adecuado según las necesidades de tu piscina:
- Cloro líquido: Se disuelve rápidamente en el agua, lo que permite una distribución uniforme. Es ideal para piscinas de gran tamaño.
- Tabletas de cloro: Son muy prácticas y liberan cloro lentamente. Se colocan en flotadores o dispensadores automáticos y aseguran una liberación constante de cloro.
- Cloro granulado: Se usa generalmente para tratamientos de choque o para elevar rápidamente el nivel de cloro en la piscina.
Cada forma de cloro tiene su aplicación específica, y es importante seguir las indicaciones del fabricante para evitar daños en la piscina o en los sistemas de filtrado.
3. Evita la sobrecloración
Uno de los errores más comunes es agregar más cloro del necesario, lo que puede provocar la corrosión de los materiales de la piscina, especialmente en piscinas con revestimientos de vinilo, así como dañar los componentes metálicos como las escaleras o las boquillas de los sistemas de filtración.
La sobrecloración también puede generar un «olor fuerte a cloro», que muchas veces se confunde con una señal de agua limpia, cuando en realidad es un indicativo de cloro combinado (cloraminas), que se forma cuando el cloro reacciona con materia orgánica en el agua. Para resolver este problema, se recomienda realizar un tratamiento de choque.
4. Cuándo realizar un tratamiento de choque
Un tratamiento de choque se utiliza para eliminar contaminantes y restaurar la efectividad del cloro libre. Se recomienda hacerlo una vez al mes o después de eventos que generen un uso intensivo de la piscina (fiestas, tormentas de arena, etc.).
El tratamiento de choque implica agregar una cantidad mayor de cloro para destruir bacterias, algas y cualquier contaminante. Para evitar daños en los revestimientos de la piscina, es importante disolver el cloro granulado en agua antes de agregarlo, en lugar de verterlo directamente en la piscina.
5. Controla el pH del agua
El nivel de pH está directamente relacionado con la efectividad del cloro. Si el pH del agua está fuera del rango ideal (7.2 – 7.6), el cloro pierde eficacia. Un pH elevado puede hacer que el cloro sea menos efectivo, mientras que un pH bajo puede potenciar la corrosión en la piscina y causar molestias en la piel y los ojos.
6. Cloración en horarios adecuados
El momento en que se agrega el cloro también es importante. Para maximizar su efectividad y evitar que el sol degrade rápidamente los niveles de cloro, lo mejor es aplicarlo por la noche o al atardecer. La luz solar directa puede reducir los niveles de cloro hasta un 90% en un solo día si no se usan estabilizantes como el ácido cianúrico.
7. Uso de estabilizantes
El ácido cianúrico es un estabilizador que protege el cloro de la degradación por los rayos UV. Si tu piscina está expuesta al sol durante muchas horas, el uso de un estabilizador puede ser necesario para mantener los niveles adecuados de cloro. No obstante, es importante medir el nivel de ácido cianúrico, ya que en concentraciones demasiado altas puede reducir la efectividad del cloro.
Conclusión
El uso adecuado del cloro es esencial para mantener el agua de la piscina limpia y segura. Siguiendo estas pautas, podrás evitar daños tanto en la infraestructura de la piscina como en la salud de los bañistas. Además, mantendrás el agua cristalina y libre de bacterias durante toda la temporada.